Alemana
movimiento se localiza en varios núcleos articulares.LINGGimnasia correctiva y ortopédica, se localiza el ejercicio en un núcleoSu "gimnasia" estaba ideada para contribuir a una educación integralSu hijo Hjalmar es quien establece las "Tablas de Gimnasia" con un fin
: ARNOLD.Introduce el deporte en la escuela a través de "juegos deportivos".Otorga importancia a la recreación, a las reglas y a la competición enFrancesa: AMOROS
Sueca:
articular específico y mantiene una disposición rígida del alumn@ en el
espacio.
del niñ@ desde el desarrollo anatomofisiológico del sujeto.
correctivo.
Inglesa
los ejercicios, desvinculándose del rendimiento deportivo.
H. Ling, es el continuador de la obra de su padre creando las tablas de gimnasia para las clases, bajo los criterios de localización, progresión y corrección. Traslada la gimnasia militar a la escuela, en la que las repeticiones juegan un papel fundamental.
En Suecia nos encontramos con la EF obligatoria en P y cuenta también gracias a H. Ling con el Instituto de Gimnasia para formar profesores.
Escuela Sueca: Sistema analítico
Creada por Pier Henrich Ling (1776-1839) médico, militar y profesor de esgrima de la Universidad de Luna, cuyo método se caracteriza por una concepción anatómica, biológica y correctiva de la gimnástica, fundamentada en los dogmas y principios científicos que fueron incorporados por él al sistema educativo (y por extensión a la concepción gimnástica). Su "gimnasia" estaba ideada para contribuir a una educación integral del niño desde el desarrollo anatomofisiológico del sujeto; para preparar al soldado ante la guerra y para desarrollar el sentido estético a través de un fortalecimiento corporal y de la corrección de los defectos físicos. P.H. Ling desarrolló aparatos gimnásticos como la barra fija, las anillas, las escaleras oscilantes o la soga para trepar.
El método sueco busca un modelo de salud corporal a través de la gimnasia, con ejercicios analíticos, localizados en un núcleo articular específico y cuyas características fundamentales son artificialidad, construcción, determinación de las fases de ejecución en posición de partida, desarrollo y fin, excesivo estatismo, orden y utilización de voces de mando. A pesar de estos elementos se cree que la gimnasia sueca es un método muy simple atribuido en parte a la pobreza y aislamiento en que habían vivido los suecos a mediados del siglo XIX.
Los ejercicios eran clasificados en tres bloques:
Introducción: ejercicios de orden.
Ejercicios fundamentales A: brazos, piernas y tronco.
Ejercicios fundamentales B: saltos, trepas y destrezas.
Otras de las características importantes de la Escuela Sueca se identifican con la no existencia de niveles de ejecución diferenciados, el concepto de competición en las prácticas fue relegado por el de ayuda de los miembros más aventajados en las clases para con los menos dotados y distanciamiento respecto a la necesidad de evaluar las aptitudes individuales o la vistosidad de las ejecuciones, ya que, como hemos dicho anteriormente, la concepción gimnástica de la Escuela Sueca se aproximó siempre hacia el fomento de la salud colectiva. Sólo la tenacidad de los atletas y los métodos más científicos y competitivos emergentes en Alemania lograrían a lo largo del siglo XX hacer de la gimnasia un deporte olímpico.
Los contenidos originarios de la escuela sueca no fueron desarrollados en España debido a la falta de información por parte de sus más fervientes defensores. Lo que se hizo fue adoptar las técnicas y los ejercicios de su más directo colaborador y continuador, su hijo Hjalmar Ling (1820-1866) quien ordena y sistematiza la obra de su padre, estableciendo una nueva clasificación de ejercicios con un orden fijo que constituyó un esquema de lección con una práctica también predominantemente estática y analítica. Nos estamos refiriendo a las famosas "Tablas de Gimnasia", cuyo objetivo principal era conseguir un efecto correctivo que marcaría la gimnasia durante muchos años.
Escuela Alemana: Sistema rítmico
Guts Muths (1759-1859) y Friederich Ludwing Jahn (1778-1852) son considerados como los fundadores de la escuela alemana.
G. Muths es concebido como el padre de la Gimnástica Pedagógica Moderna cuya aportación se inspira en la antigüedad clásica, de la que toma el término gimnástica, y se orienta hacia la construcción de ejercicios con fines educativos y curativos. Es un sistema muy similar a la escuela sueca salvo en un aspecto, y es que el movimiento se localiza en varios núcleos articulares considerándose como tales ejercicios sintéticos. Según R. Mandell (1986), G. Muths se ve fuertemente influenciado por el pensamiento racional y lógico que imperaba en la educación escolar alemana, por lo que este autor diseña unas tablas de ejercicios en las que se hacían constar semanalmente las actuaciones de los alumnos en natación, saltos o en carreras con el fin de constatar sus progresos a través de evaluaciones periódicas. Este concepto de Educación Física supone una superación del juego motor que se ve suplantado por ejercicios regulares prescritos por los educadores físicos de la época bajo unos cánones de ejecución cerrados, y en base a unos tiempos y a unos lugares sistemáticamente ideados y matemáticamente controlados. En todo momento se persigue alcanzar un rendimiento motor en las acciones.
La delimitación racional del espacio, el tiempo, la actuación y los aparatos queda patente en los campos deportivos de Berlín donde podían verse bosques de postes, cuerdas, pesas y barras para colgarse, estirarse, saltar o trepar en los que los alumnos debían rendir al máximo para superar determinadas marcas estadísticas. Este modelo de práctica ha contribuido directamente a la aparición de la gimnasia deportiva actual.
La concepción de la Educación Física alemana ha permitido que hoy muchos de los elementos del deporte moderno como es la elección de materiales e instalaciones concretas, el entrenamiento sistematizado o el tratamiento estadístico de los datos obtenidos en la evaluación de los deportistas hayan sido desarrollados (Mandell, 1986).
La obra de Muths trascendió las fronteras de Alemania e influyó poderosamente en la Educación Física de buena parte de los países europeos, llegando a considerarse como una gimnasia educativa por su gran valor formativo. A este autor se le atribuye también la concepción del caballo con arcos en la gimnasia deportiva.
Escuela Francesa: Sistema natural
La escuela francesa dio sus primeros pasos en España, con Francisco de Amorós y Ondeano (1770-1848), máximo exponente de esta Escuela y fundador del Instituto Pestalozziano. Sin embargo al comienzo de la guerra de la independencia esta institución se ve obligada a desaparecer y Francisco de Amorós huye en el exilio a Francia, donde posteriormente desarrollará su obra.
La Escuela Francesa se caracteriza por una concepción natural y utilitaria de los ejercicios físicos. Son acciones de carácter global, en los que el cuerpo participa como un todo en las ejecuciones y se encaminan a preparar al individuo para la vida adulta. Se pretende una mejora de la forma física con el fin de perfeccionar los movimientos naturales, lograr un dominio corporal en las acciones y conseguir un cuerpo estéticamente bello.
Escuela Inglesa: Sistema deportivo
La Escuela Inglesa tiene su máximo representante en Thomas Arnold (1795-1842) y surge como reacción al excesivo academicismo imperante en la ecuación formal, donde el cultivo del intelecto era considerado como lo más importante respecto al desarrollo de lo corporal. Por todo ello este autor introduce el deporte en la escuela a través de "juegos deportivos" desarrollando la idea de "actitud deportiva", que se caracteriza por el "fair play" y el amateurismo, no sólo ante la práctica deportiva, sino en cualquier ámbito de la vida en general.
Este método otorga importancia a la recreación, a las reglas y a la competición en los ejercicios, desvinculándose del rendimiento deportivo y asociándose con la organización y la libertad de los alumnos en las prácticas.
En este momento es cuando aparecen muchos de los deportes reglamentados que hoy conocemos, razón por la cual se llevan a la escuela, quedando al servicio de la educación y de la formación del carácter. Si bien, estas prácticas no dejan de tener en cierto modo un carácter elitista al verse impulsadas en los colegios masculinos pertenecientes a las clases sociales más pudientes. En este proceso tiene vital importancia la celebración de los primeros Juegos Olímpicos Modernos en 1896 y su divulgación a través de los medios de comunicación. Su gran impulsor y organizador, Barón Pierre de Coubertin, será la figura que más importancia cobra en este momento ante la incorporación del deporte en la escuela. Esta aparición, además de poseer un matiz clasista, va a tener también un carácter sexista en cuanto a que Coubertín se opone a la participación femenina en la actividad deportiva por considerar antiestética y poco interesante su participación (Vázquez, 1986 y 2001; Álvarez-Bueno y cols., 1990, Vázquez y cols., 2000; Chinchilla y Zagalaz, 2002). Debido a ello este autor recibió muchas críticas, sobre todo a finales del siglo XX.
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