Existe una definición adoptada por el Joint Committee on Standards for Eductional Evaluation: “La evaluación es el ejuiciamiento sistemático de la valía o el mérito de un objeto”. Esta definición implica que la evaluación siempre supone juicio. Desde el momento que la evaluación es un sentido óptimo, emplea procedimientos objetivas para obtener una información segura e imparcial y que liga al término de valor.
El objetivo básico de todo estudio de un proyecto es evaluarlo, es decir, calificarlo y compararlo con otros proyectos de acuerdo con una determinada escala de valores a fin de establecer un orden. Esta tarea exige precisar lo que en la definición se llama “ventajas y desventajas” de la asignación de recursos a un fin dado. En otras palabras se debe establecer cuales son los patrones de comparación que se van a utilizar y como se podrían medir. Si un estudio no informa de cuán buena o mala es una cosa, no se trata de una evaluación.
Evaluación puede conceptualizarse como un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, mediante el cual verificamos los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos.
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